3 tendencias que están moldeando la educación en el siglo XXI — o 3 Estrellas guía para un pionero en educación
Nadie puede realmente saber cómo será la educación del futuro. Todo lo que sabemos es que en la era de la transformación digital las murallas de resistencia al cambio en este sector finalmente se desmoronarán y caerán. La revolución vendrá desde adentro y en la periferia de los sistemas de educación tradicionales. Será cada vez más difícil que los colegios tengan a estudiantes sentados en pupitres durante horas, sin permitir el uso de sus aparatos digitales, y haciendo que se enfoquen en temas que no tienen relevancia en su día a día o en sus intereses futuros. Las semillas de una revolución estudiantil se están plantando hoy. Veremos que los jóvenes dejarán de elegir rígidas carreras de 3 a 5 años, optando en cambio por educación informal flexible, de corto plazo, y concentrada en lograr competencias. Estos tipos de educación estarán disponibles en cualquier lugar excepto en las universidades, y esas competencias certificadas e volverán más valiosas, para empleadores potenciales, que una carrera universitaria.
A través de esta incertidumbre, puedo ver 3 tendencias que están moldeando la transformación.
TENDENCIA #1: Aprendizaje personalizado
No creo que el problema sea por falta de conocimiento acerca de las carencias del modelo educativo tradicional. Hay consenso sobre el hecho de que cada estudiante es único y que la educación debería ser hecha a la medida de su singularidad. El sistema educativo no ha sido capaz de estar a la altura del desafío, y por lo tanto el modelo educativo de “un zapato calza para todos” ha prevalecido. No existía un método económicamente factible de hacerlo de forma distinta. Hoy esa ya no debería ser una excusa. La tecnología de transformación digital, como Big Data e inteligencia artificial, permitirá que los educadores puedan co-diseñar programas educativos personalizados para cada estudiante, hacer un seguimiento de resultados de aprendizaje individual, y enviar contenidos y evaluaciones “justo a tiempo” y en un sistema “de acuerdo a las necesidades”. Evaluaciones con el sistema Aprobado/Desaprobado serán reemplazadas por “niveles de éxito”, como ocurre con los juegos de computadora, permitiendo que cada estudiante se desarrolle a su propio ritmo. El aprendizaje personalizado debe venir acompañado de niveles incrementales de autonomía del estudiante. Mientras que el aprendizaje continuo se convierte en el estándar, nuestra habilidad para ajustar nuestras experiencias educativas a nuestras necesidades, poder filtrar recursos adecuados de aprendizaje, y persistir hasta obtener los resultados de aprendizaje deseados, marcará la diferencia al fijar objetivos para nosotros, nuestros equipos de trabajo, y la sociedad en general. Necesitamos que nuestros estudiantes desarrollen los músculos de “agilidad en el aprendizaje”. Nada les dará más beneficios en este nuevo mundo incierto, ambiguo y cambiante.
TENDENCIA #2: Aprendizaje basado en proyectos
La motivación y el interés son el combustible para el aprendizaje. Todos podemos observar cuan entusiasmados, persistentes y disciplinados podemos ser cuando perseguimos algo que es significativo e importante para nosotros. Los niños son naturalmente curiosos y están ansiosos por encontrarle un sentido al mundo en el que nacieron. Las currículas escolares se construyen alrededor de temas específicos, con el propósito de adquirir conocimiento actual sobre estos campos que, con suerte, capacitarán a los alumnos a resolver problemas futuros en el mundo real y asumir los retos de la vida. La relevancia del tema estudiado se pospone al futuro. No solo deben confiar en que las extenuantes horas que han pasado adquiriendo fragmentos de conocimiento tendrán un resultado positivo, sino que además tendrán la capacidad de integrar y encontrar el sentido de todos estos fragmentos aislados y luego convertirlos en respuestas aplicables al mundo real cuando el tema cobre importancia para ellos. Y cuando eso ocurra ya estarán por su cuenta.
Ahora vivimos en un ecosistema global complejo, con altos niveles de interdependencia y cambios acelerados. Es muy fácil obtener conocimiento actual. Los límites entre los diferentes temas de aprendizaje son borrosos. Es necesario un cambio en el curriculum escolar. Debe ser construido alrededor de problemas reales de complejidad incremental, permitiendo que la curiosidad guíe la absorción de conocimientos, y que la relevancia del tema para el alumno haga que crezca su compromiso. Los profesores se convertirán en arquitectos/diseñadores y/o administradores/guías y/o instructores/moderadores de las experiencias de aprendizaje para sus estudiantes. No hay una escasez de imaginación ni de creatividad en los profesores para crear sistemas de aprendizaje basados en proyectos, solo falta de autonomía. Los legisladores deben darle más espacio a los educadores, solo indicando estándares y pautas generales. Los roles de enseñanza se van a diversificar. Expertos e investigadores en aprendizaje cognitivo, diseñadores de sistemas de aprendizaje, guías de estudiantes, analistas de data analítico, etc. formarán parte de la comunidad académica.
El aprendizaje en base a proyectos tiene el potencial de hacer que haya un entusiasmo e ímpetu en estudiantes y profesores que se refleje en una actitud de “no puedo esperar a que empiece la escuela” tan ausente en estos días.
TENDENCIA #3: Comunidades de Aprendizaje Diversas
En las diversas sociedades y organizaciones de hoy en día se ha vuelto cada vez más importante la habilidad de congeniar con personas que provienen de diferentes grupos étnicos, edades, géneros, nacionalidades, etc. Pero seguimos integrando a estudiantes en poblaciones de la misma edad y probablemente del mismo grupo étnico y contexto cultural, social y económico. Aun cuando se hacen esfuerzos para que trabajen en equipo, les falta diversidad. ¿Cómo podemos esperar que construyan las habilidades sociales necesarias para que tengan éxito en una sociedad y en un lugar de trabajo diverso?
La tecnología está logrando que se puedan crear comunidades de aprendizaje diversas a los que los estudiantes pueden unirse en base a sus perfiles, nivel de conocimiento e intereses. A través de la interacción con miembros de la comunidad aprenderán más sobre si mismos y obtendrán un valioso entendimiento sobre sus creencias y valores mientras que aprenden a lidiar con puntos de vista opuestos de manera abierta y respetuosa. Aprenderán a “escuchar para entender” en vez de “imponer y juzgar”. Administradores o Community Managers se asegurarán de que estas comunidades de aprendizaje sean seguras y constructivas, administrando las reglas de participación y extirpando a los miembros tóxicos.
Estamos muy cerca de alcanzar el 100% de conectividad global en tiempo real. Pasaremos gran parte de nuestro día en diversas redes sociales, de intereses y de trabajo, en vez de conversaciones cara a cara y de uno a uno con personas a quienes conocemos y con quienes tenemos confianza. Hay un incremento en las discusiones de políticas públicas y mayor participación en la solución de problemas de la sociedad que ocurren en línea a través de redes sociales. Puede ser que aprender desde una temprana edad a cómo contribuir de forma significativa y positiva al debate en estas redes, a través de la tolerancia y el respeto a la diversidad, sea la clave para lograr la paz mundial.
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Estas 3 tendencias requieren de una reestructuración del sistema educativo. La forma en la que funciona debe cambiar. Desafortunadamente, los obstáculos continuarán ante la resistencia cultural de los colegios y a través de docentes temerosos o desinteresados en aprender a enseñar con este nuevo paradigma. También así en la incapacidad de nuestros gobiernos de ponerse al día y hacer los cambios necesarios en las políticas públicas y cambios en normatividad que permitan que germine la innovación y la transformación del sector educativo.
Los colegios deberían buscar asociaciones a largo plazo con compañías de educación tecnológica o compañías con soluciones tecnológicas de educación, para poder integrar y desarrollar cambios con el entrenamiento adecuado y brindando soporte para los docentes. El sector privado también puede ayudar al financiar iniciativas sin fines de lucro que se dediquen a desarrollar modelos educativos innovadores y apoyar en su integración a colegios públicos y privados.
Los estudiantes no van a esperar. Aún ahora están aprendiendo más sobre la vida afuera del salón de clases mirando videos de YouTube, sin recibir guía alguna. Los educadores no deberían darle la espalda a esta inevitable transformación. Es territorio inexplorado, pero como verdaderos pioneros, los educadores deben atreverse a recorrer nuevos caminos hacia el aprendizaje, aplicando estas tres tendencias como estrellas guía.
Mariana Rodriguez Risco
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